Batir a punto de nieve las claras mediante un batido rápido y constante hasta que se formen picos firmes y sostenidos.
En esta acción se incorpora aire a las claras para que adquieran suficiente volumen y consistencia.
Cuando se logra el punto de nieve, también se reconoce por el pico invertido que se forma y se sostiene al separar el batidor del batido o porque al voltear el recipiente 180º el batido de claras no se cae.
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