El fondant se echa a perder cuando se deja expuesto al aire y no se almacena bien. Llega a endurecerse tanto como una piedra.
Esto sucede especialmente con porciones de fondant recogido después de trabajarlo con fécula o con azúcar y por el calor de mano. Si antes de almacenar no se amasa ni se cubre bien, rápidamente se pone duro por fuera, se forma costra y se vuelve inmanejable.
Cuando esto pasa, lo primero que hay que hacer es revisar qué tan duro está. Al tacto se puede determinar retirando una parte e intentando ablandarla con los dedos. Si la partecita retirada se ablanda un poco se puede recuperar.
Cuando no se puede separar ni partir con un cuchillo definitivamente no hay nada que hacer.
Continuando con el proceso de recuperar el fondant, en el siguiente video se muestra detalladamente cómo se hace.
Una vez se ablanda el fondant, se amasa hasta compactar y en forma de bola se forra con plástico film o se mete en una bolsa plástica ajustando bien para sacar el aire.
Dentro de un recipiente con tapa se almacena en un lugar fresco y seco alejado de la luz directa. Así se conserva en buenas condiciones y se puede reutilizar.
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